Room for Emotions nace con el objetivo de poner el foco en lo más valioso que tenemos como seres humanos: nuestra capacidad de sentir profundamente.
Me llamo Silvina, pero todos me conocen como Mini. Soy Argentina, llevo más de 20 años de experiencia en la industria hotelera y puedo decir que el servicio y la hospitalidad me eligieron a mí antes de yo ser consciente que también los elegía. Estudié Administración Hotelera y trabajé en muchos hoteles viviendo múltiples experiencias, dedicandome luego a trabajar con hoteleros siendo la cara de distintas empresas, escuchando sus conflictos, sus sueños y sus necesidades. La vida me llevó a sentir un profundo interés por las emociones humanas, comenzando por las mías luego de un quiebre emocional fuerte. Estudié varias disciplinas pero principalmente me formé como coach ontológica profesional, coach organizacional, especializándome en Inteligencia Emocional, entendiendo con más profundidad la importancia de una gestión emocional consciente a la hora de vincularnos. El encuentro entre personas es profundamente transformador y las emociones están en el centro de todo: de una experiencia inolvidable, de un equipo motivado, de un huésped que vuelve, y de una marca que deja huella.
Pero no podemos conectar con otro si antes no aprendemos a conocernos a nosotros mismos.
Todo, siempre, empieza por uno.
Este proyecto nace como una expresión de mi propio recorrido y de mi propia búsqueda. El servicio y la hospitalidad me han llevado por situaciones en donde aprendí acerca de tolerancia, de empatía, aprendí a verme a mi misma en situaciones de mucha presión y estrés, a encontrar disfrute y satisfacción en una sonrisa de agradecimiento y en poder ser consciente de cómo cambia la energía del otro si me conozco y puedo ser auténtica con mi propia energía. El servicio es un arte, un arte emocional. Y puede cambiar la vida de las personas.
La falta de gestión emocional en el ámbito del servicio genera conflictos, malos entendidos, desmotivación, rotación de personal, malas reseñas y un desgaste constante. En un entorno tan dinámico como el hotelero, el equilibrio emocional no es un extra: es la base de un funcionamiento sólido y coherente en todas las áreas. Y eso, inevitablemente, se refleja en el servicio brindado.
Creo en un mundo donde las personas nos tratemos con más empatía, respeto y autenticidad. Creo en una nueva forma de hacer hotelería: una en la que el alma no quede afuera. Donde la sensibilidad sea un recurso y no una debilidad. Porque entrenar lo que nos hace humanos no solo transforma equipos y experiencias, sino que también eleva el valor de todo lo que ofrecemos.
Room for Emotions existe para darle espacio a las emociones, acompañando a quienes quieren liderar con consciencia y transformar la experiencia del huésped desde lo humano.
Bienvenidxs a este espacio emocional. Espero les encante tanto como a mí.